en busca de los colores del espectro
me voy.
y después,
me voy.
viernes, 20 de febrero de 2009
martes, 17 de febrero de 2009
caprichosa
de lo que hago cuando no hago lo que quiero.
sobre eso, piedad.
pero, y la bronca?
irá donde la lluvia.
impotencia.
no quiero leer esto, quiero leer aquello.
no quiero leer nada, quiero estar ahí, hacer aquello.
y quiero eso con ese,
no quiero a este otro, ni nada de esto.
entonces nada.
peligro.
el gris me mata.
el gris soy yo.
peligro.
que alguien me regale crayones,
ya mismo!
ya mismo!
ya mismo!
sobre eso, piedad.
pero, y la bronca?
irá donde la lluvia.
impotencia.
no quiero leer esto, quiero leer aquello.
no quiero leer nada, quiero estar ahí, hacer aquello.
y quiero eso con ese,
no quiero a este otro, ni nada de esto.
entonces nada.
peligro.
el gris me mata.
el gris soy yo.
peligro.
que alguien me regale crayones,
ya mismo!
ya mismo!
ya mismo!
lunes, 16 de febrero de 2009
domingo, 15 de febrero de 2009
no tenés cara..
mirame a los ojos y decime que esto está sucediendo. mirame a los ojos y decime que la realidad que acá nos une puede sobrevivirnos. mirame a los ojos y decime que me amás.
ni leonor benedetto en rosa de lejos; ni delfy de ortega en el amor tiene cara de mujer llegaban siquiera a la zona previa al cono de niebla en el que a veces me siento, habiendo dado rienda al despliegue de todos los clichés del melodrama.
no sé si se trata de una cuestión generacional o si es más bien un temita propio, pero resulta que las aguas pantanosas que unen a los cuerpos se me hacen difíciles de remar.
no entiendo. no entiendo. no entiendo.
quiero cocinarle huevos duros a un chico suave y sonriente; y pasarnos todo el día tirados en la cama, como canta nuestro rock nacional. es eso una epopeya? padezco de insanía? estoy desactualizada? no sé estar sola? el borde los 30 ya es un destiempo para eso? todos los chicos suaves y sonrientes están, ya, ca(r)gados? los chicos suaves y sonrientes dejaron de existir? hago las cosas mal? estoy, ya, ca(r)gada? ad infinitum.
parece que uno se acerca a los 30 años sin un perro y una relación estable, y pasa a formar parte automáticamente de un séquito curioso: los que temen al compromiso, los que detestan el compromiso, los que están comprometidos con otras cuestiones, los descomprometidos, y, la inconformidad volando bajito, arriba de cada uno de estos pintorescos conjuntos. lo curioso de esta pertenencia es, sobre todo, lo que se naturaliza. se entiende que si estamos solos es, o porque somos una especie de fracasados en general, o porque siempre querremos estarlo. esta creencia se da también intragrupo.
he aquí algunos casos frecuentes:
*salís con un tipo, o no, porque no se llega a eso. salís con una amiga, te encontrás con un tipo que conocés, surge una especie de encuentro furtivo, fin-
*salís con amigos, conocés a un tipo, te pasás el teléfono, semanas de mensajes de texto al decir de: - hola, qué onda?- bien, vos? qué onda- todo bien. qué onda?- fin-
*salís con un ex, fin-
*conocés a un tipo, parece haber cierta compatibilidad, vas a tomar algo con él, la pasan increíble, fin-
la continuidad no se contempla. todo es aquí y ahora y pierde espacio cualquier tipo de proceso en común, con ello, cualquier tipo de relación inesperada. no existe el conocerse. no existe el conocer más a nadie, pareciera. yo entiendo que hay momentos en los que uno tiene que cerrar trato, acordar con uno, decir, -ok. esto es lo que soy-, o algo más o menos así es a lo que me acerco. pero parece que eso también incluye a los vínculos sociales. tenemos: los amigos que quedaron del secundario, los compañeros del trabajo, los amigos de la facultad, gente que uno conoció en alguna práctica compartida, amigos de esos, y basta para mí basta para todos, a los 28 añitos vamos cortando las apuestas porque.. por qué?
porque estamos cansados, aburridos, podridos: de sufrir, de no hacerlo, de que funcione y después no funcione, de ilusionarnos, de sentir. de cambiar? cansados de una metamorfosis constante que nada revoluciona, temerosos del verdadero giro, cagados en las patas de que todo se congele ahí, justo justo ahí, cuando uno no estaba tan seguro, estaba viendo qué onda, haciendo la suya de ese momento. qué cagada.
extraño estar enamorada, en síntesis. extraño imaginar la cara de alguien cuando me voy a dormir, su rostro, al decir de Levinas: el rostro como la extrema precariedad del otro. Paz, como un despertar a la precariedad del otro.
miércoles, 11 de febrero de 2009
los fantasmas del pasado
es común en estos tiempos la mediaticidad de las primeras líneas de un libro de K. Marx, XVIII Brumario de Luis Bonaparte. Nuestra actual presidenta les dio prensa, una y otra vez, para hablar de lo que hay que hacer para que los hechos de la historia no se repitan dos veces; para que la tragedia no derive en farsa; para que se entierren los espíritus de los muertos; para que la espectrología que de ese libro se desprende llene de lirismo a un discurso político.
el brumario de Marx es útil no sólo a la hora de ver la historia en general, se aplica a cualquier tipo de pasado, saldo de estos tiempos: lo microscópico, la microvida, la burbuja. ahí también, mal que le pese a Marx, entran las enseñanzas del brumario.
desde hace 5 años, cuando me fui de la casa de mis padres, mi mamá tomó el hábito de mandarme a tirar las cosas viejas, cada vez que notaba que yo andaba melancólica.
- estás rodeada de muertos- me decía. es cierto que tengo una particular aficción por las cosas de otro tiempo: vestidos de mi abuela, monedas de mi abuelo, carnets de afiliación a gremios de bisabuelos, algunos muebles, cartas de amor, fotos viejas, propias y encontradas, libros..
pero dejar de pensar a esos objetos como restos de una historia que también es mía, para pasar a pensarlos como objetos de gente muerta, es un giro que aún hoy no resuelvo dar. la frontera entre el romanticismo y el morbo.
redescubriendo mi nuevo barrio, el sábado pasado salí a caminar. llegué hasta la costanera sur y me asombró ver tamaño despliegue de gente y actividades.. el gobierno de nuestra ciudad es curioso a la hora de sus formas de manifestafición. entre tanto (linda repercusión sobre la reserva ecológica hará la sonoridad de la clase de aerobics que se dicta en la puerta) encontré un puesto de feria que vendía sólo revistas EXTRA, revista dirigida por Bernardo Neustadt, que tuvo circulación entre el año 1964 y las postimetrías de los 80. quizás fue morbo esta vez, pero no pude evitar comprar una.
La tapa está verdaderamente lograda: sólo 3 colores (rojo, blanco y negro) la foto, mitad foto pose, mitad foto, en palabras de R. Barthes, retórica de las pasiones. son las dos maneras más comunes de las gráficas políticas. la foto pose es el retrato, la foto tomada con aviso; la otra, no. la otra es una foto del protagonista en acción. en este caso, es una mezcla de las dos. está Perón en la tapa de EXTRA. de perfil, en una especie de 4x4, en ese sentido foto pose. pero está sobre un paredón, exactamente del mismo color de grano que su cara. está ahí, no mira a cámara. está ahí, haciendo eso. en ese sentido retórica de las pasiones. El titular en blanco dice: EL DESTINO CITA A LOS ARGENTINOS. sólo basta leer el mes y el año de la publicación, julio de 1974, para saber lo que está haciendo Perón, ahí, con cara de piedra:
(muriendo.)
jueves, 5 de febrero de 2009
carta al lector D
queridísimo,
te escribo para pedirte disculpas. no me sale darte forma. no soy lo suficientemente efectiva como para cerrar un trato contigo. te escribo como si no existieras, y si de veras existís, te alejo con eso. no son excusas. sólo no sé cómo hacer para hablarte con seriedad; no la seriedad del ceño fruncido, sino la seriedad del hacerse cargo de una presencia. no tengo experiencia en eso y la idea del vacío de materia: no hay papel, no hay tus ojos, no hay mis manos.. me fuerza a un trabajo de abstracción que aún no manejo.
a veces creo que sos yo. que sos mi intimidad, y este espacio mi diario. pero qué confuso se torna ese concepto de lo íntimo cuando acá de lo que se pretende es de hacer público un punto de vista.
por qué habría de hacer públicos mis puntos de vista sobre mis propias cosas. no es redundar en narcisismo eso? a quién le importa mi mudanza? a quién le importa la foto sobre el vidrio de un lugar que ya no habito y la fragilidad de mi felicidad en ese movimiento?
Eugenio Barba, director de un grupo de teatro que admiro, o admiré durante un tiempo, escribió una carta que dá título a la mía: "carta al actor D", allí Eugenio propone al actor D cambiar de actitud con respecto a su práctica. El texto es muy bonito y, como actriz, encuentro verdad en los consejos dados para que sea posible una nueva comunión entre el actor y su trabajo. Pero a diferencia de Barba, yo no creo que dependa de vos exclusivamente la posibilidad de nuestro encuentro. Tengo que sembrar determinadas condiciones para que te den ganas de leerme, tengo que entender que, que me leas no es lo mismo a mirarme en el espejo; que me leas deberá ser algo nuevo que se vaya armando en esa práctica. tengo que darte más de mí, en resumen. y aprender de qué se trata eso es una experiencia en la que recién me inicio.
distinguir entre darte una foto de mi tristeza y extravío ,y darte otra en la que puedo pararme un poco lejos de eso y hablarte como par que creo que sos. esa es mi tarea, esa será mi intención de aquí en más.
En esta oportunidad te hablo de la lectura.
Una vez, hace 8 o 9 años, me dijeron que cuando aprendiera a leer, iba a dejar de usar un lápiz para marcar en mi lectura lo que allí me resultara mencionable. como me gusta(ba) someterme a ese tipo de experimento, accedí. encontré una lectura más placentera en esa nueva manera, un poco más descomprometida también. hoy volví al lápiz, birome o cualquier cosa que deje huella. me obsesiona la polifonía, me inquieta el malentendido, pero entiendo que gracias, y sólo gracias, a su existencia podemos dar inicio a un diálogo.
así que, avancemos en esa línea.
por favor.
con la sinceridad de mis mejores sentimientos,
m.
te escribo para pedirte disculpas. no me sale darte forma. no soy lo suficientemente efectiva como para cerrar un trato contigo. te escribo como si no existieras, y si de veras existís, te alejo con eso. no son excusas. sólo no sé cómo hacer para hablarte con seriedad; no la seriedad del ceño fruncido, sino la seriedad del hacerse cargo de una presencia. no tengo experiencia en eso y la idea del vacío de materia: no hay papel, no hay tus ojos, no hay mis manos.. me fuerza a un trabajo de abstracción que aún no manejo.
a veces creo que sos yo. que sos mi intimidad, y este espacio mi diario. pero qué confuso se torna ese concepto de lo íntimo cuando acá de lo que se pretende es de hacer público un punto de vista.
por qué habría de hacer públicos mis puntos de vista sobre mis propias cosas. no es redundar en narcisismo eso? a quién le importa mi mudanza? a quién le importa la foto sobre el vidrio de un lugar que ya no habito y la fragilidad de mi felicidad en ese movimiento?
Eugenio Barba, director de un grupo de teatro que admiro, o admiré durante un tiempo, escribió una carta que dá título a la mía: "carta al actor D", allí Eugenio propone al actor D cambiar de actitud con respecto a su práctica. El texto es muy bonito y, como actriz, encuentro verdad en los consejos dados para que sea posible una nueva comunión entre el actor y su trabajo. Pero a diferencia de Barba, yo no creo que dependa de vos exclusivamente la posibilidad de nuestro encuentro. Tengo que sembrar determinadas condiciones para que te den ganas de leerme, tengo que entender que, que me leas no es lo mismo a mirarme en el espejo; que me leas deberá ser algo nuevo que se vaya armando en esa práctica. tengo que darte más de mí, en resumen. y aprender de qué se trata eso es una experiencia en la que recién me inicio.
distinguir entre darte una foto de mi tristeza y extravío ,y darte otra en la que puedo pararme un poco lejos de eso y hablarte como par que creo que sos. esa es mi tarea, esa será mi intención de aquí en más.
En esta oportunidad te hablo de la lectura.
Una vez, hace 8 o 9 años, me dijeron que cuando aprendiera a leer, iba a dejar de usar un lápiz para marcar en mi lectura lo que allí me resultara mencionable. como me gusta(ba) someterme a ese tipo de experimento, accedí. encontré una lectura más placentera en esa nueva manera, un poco más descomprometida también. hoy volví al lápiz, birome o cualquier cosa que deje huella. me obsesiona la polifonía, me inquieta el malentendido, pero entiendo que gracias, y sólo gracias, a su existencia podemos dar inicio a un diálogo.
así que, avancemos en esa línea.
por favor.
con la sinceridad de mis mejores sentimientos,
m.
domingo, 1 de febrero de 2009
mudanza
estoy volviendo a uno de todos los lugares de los que, alguna vez, me fui. mi casa.
no la casa en donde nací. mi casa. es luminosa mi casa, tiene grandes ventanales que pueblan mis plantas verdes. una da flores rojas, es un malvón. (tocó usted alguna vez una hoja de malvón?)
tomo mate, escucho un disco y mi gata duerme sobre una silla. mi casa.
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